En la etapa inicial del proyecto, técnicos y científicos buscarán recolectar la mayor cantidad de información sobre el comportamiento y la reproducción de las abejas en una de las zonas más áridas del mundo.
En el sector alto del Campus Coloso y bordeado por los cerros, se sitúa el vivero de la Universidad de Antofagasta; un verdadero oasis de vegetación y tranquilidad donde se encuentran cientos de plantas y árboles en etapa de crecimiento, y que luego, son trasladados a los múltiples espacios de áreas verdes con que cuenta el plantel.
Este sector hoy está bajo la administración del Instituto Antofagasta (IA) de la UA, cumpliendo además algunas funciones docentes, de investigación y de vinculación con el medio. Precisamente en esas instalaciones se desarrolla un proyecto piloto para impulsar la Apicultura a nivel regional, existiendo 5 panales con abejas traídas desde la Región de Coquimbo y otras de origen local.
“Hace unos meses se acercó un apicultor a proponer una alianza para desarrollar esta área. Lo primero que esperamos hacer, es establecer un Apiario con condiciones controladas, donde podamos estudiar el comportamiento, los hábitos de alimentación y de reproducción de las abejas, para así, contar con más información en vista de generar proyectos más ambiciosos”, explicó el director del IA, doctor Patricio Morales.
Un aspecto importante también será la vinculación con la comunidad, pues -señala el doctor Morales- uno de los objetivos sería enseñar sobre la importancia de esta especie en los diferentes ecosistemas, y junto con eso, trabajar con las personas en el rescate de las colmenas silvestres que existen en la ciudad.
El objetivo en el mediano plazo es contar con 10 colmenas que permitan generar una línea base de estudio. “Además podríamos avanzar en investigaciones más propias de nuestra experiencia, como la parasitología y la reproducción de la especie, considerando la problemática mundial respecto a la desaparición de las abejas en varios ecosistemas”, comentó el investigador del IA.
Colmenas UA
Las primeras abejas llegaron al vivero de la UA en diciembre de 2019. Hasta el momento, se han multiplicado, encontrando su alimento y agua en el mismo lugar. El éxito inicial de este proyecto piloto de Apicultura, tendrá un hito importante en algunas semanas, cuando se realice la primera cosecha de miel, quizás, la primera que se produzca en la ciudad de Antofagasta y la región.
Apicultura en el Desierto
David González es el apicultor que impulsa este proyecto. Con amplia experiencia en el área, sostiene que si bien hace algunas décadas existió interés para potenciar esta área en la región, no hubo continuidad.
“Hace como un año, sucedió un desafortunado evento cuando funcionarios municipales quemaron una colmena silvestre en una calle céntrica. Ese hecho me impulsó a retomar esta idea y comencé a golpear puertas, llegando así a la Universidad de Antofagasta”, sostiene.
Precisa que la idea, como lo señala el doctor Morales, es multiplicar las colmenas que hoy existen de manera autosustentable. “Las abejas son muy inteligentes, así que esa tarea, es decir la de expandirse, la pueden hacer solas en esta etapa. Por nuestra parte, realizamos el tratamiento anti varroa para evitar la aparición de algunos parásitos”, explicó.
La especie que se está prosperando en las condiciones desérticas costeras de Antofagasta es la apil melífera bofax bap. “Es un hibrido que da muy buenos resultados, y no sólo respecto a la polinización de frutales, sino que también en cuanto a otras especies vegetales de importancia para el medioambiente”, explicó el apicultor.
“Tenemos mucho que aprender todavía, hay un gran conocimiento que recabar aún, pero ya estamos dando los primeros pasos en esta tarea, que más allá de todo lo ya señalado, tiene que ver con la sustentabilidad de la vida y de nuestro planeta”, concluye David González.
Reciclar-Crear
Con más de 30 años de trabajo, primero en el Instituto del Desierto de la UA y hoy en el Instituto Antofagasta, Juan Rojas es el ingeniero agrícola encargado del vivero y de la construcción de las colmenas, para lo cual, utiliza materiales reciclados desde los mismos desechos que genera el quehacer de la universidad.
De hecho, y usando una gran cuota de ingenio y dedicación, hoy se encuentra trabajando en una centrifuga artesanal que se utilizaría a futuro en las cosechas de miel a baja escala.
“Mi función es proteger y mantener las colmenas, junto con ejecutar las otras iniciativas que generan los investigadores en el vivero, como por ejemplo, la introducción de especies vegetales. Es muy interesante el trabajo que realizamos en ese lugar, quizás un poco desconocido para la comunidad, por eso debemos orientarnos fuertemente hacia la vinculación con todo nuestro entorno”, precisa.
De esta manera, la Universidad de Antofagasta en alianza con emprendedores, vuelve a ser pionera en generar nuevas oportunidad para el desarrollo productivo y científico regional.