A nivel regional, la autoridad de Justicia, Juan Enrique Jara junto a la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Katherine Veas difundieron los alcances de esta iniciativa a agrupaciones de la sociedad civil relacionadas a la temática.
El Presidente de la República promulgó hoy, acompañado por el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín y la Subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren la ley que crea el Registro Nacional de Mortinatos, iniciativa que recoge un sensible requerimiento de la sociedad civil y en menos de un año fue aprobada por unanimidad en el Congreso.
Esta ley tiene por objetivo permitir que madres y padres sepulten de manera voluntaria e individualizada a hijos que mueren antes de nacer. Cada año, más de 2.000 familias viven esta realidad, producto de la muerte de un hijo en gestación o durante el parto.
En la Región de Antofagasta, el Secretario Regional Ministerial de Justicia y Derechos Humanos, Juan Enrique Jara junto a la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Katherine Veas difundieron los alcances de esta iniciativa a agrupaciones de la sociedad civil relacionadas a la temática y precisaron los principales objetivos que tendrá este Registro.
Al respecto, la autoridad regional de Justicia y DD.HH indicó que “al crear este Registro Nacional de Mortinatos, es acoger una petición diversas agrupaciones, familias que habían vivido este duelo y que anteriormente la ley no les permitía inscribir a ese hijo con su nombre, lo que significaba que quedaba como N.N. por lo que hoy se podrá establecer que este catastro que lo mantendrá el Registro Civil, las familias podrán dar sepultura con nombre y apellido de sus hijos, era una sentida necesidad de muchas familias”.
Este proyecto también contempla a los padres perdieron un hijo antes de nacer previo a la promulgación de la ley y que cuenten con un certificado médico de defunción, o de defunción y estadística de mortalidad fetal, quienes podrán solicitar su inclusión en el catastro y la individualización de su tumba.
Otro detalle importante sobre la ley, es que no conlleva ninguna modificación en el estatuto jurídico de las personas, no crea ni cambia derechos civiles ni de familia; no genera efectos en la filiación; ni considera como una persona al mortinato a efectos del derecho civil.
Asimismo, puntualizó que “tener ese registro, tener la posibilidad de ponerle un nombre a la sepultura, creo yo, le da todo un sentido que transforma ese dolor en algo positivo. Es algo muy humano y estamos muy contentos como Gobierno de haber acogido a las mamás y papás que habían tenido estos dolores y no habían sido escuchado para que finalmente pudiéramos, a través de esta ley, darle a ese nombre, un recuerdo permanente”.