Los más pequeños podrán divertirse en casa, acercándose más al mundo de las energías renovables gracias a un regalo que les hizo la compañía.
Este verano es distinto a cualquier otro. Muchos niños del país hoy se encuentran en cuarentena en plenas vacaciones, imposibilitados de salir de sus casas. Es por eso que ENGIE decidió llevar un poco de alegría a cerca de 1.500 niños de la región, bajo la consigna de que lo más importante es cuidarnos entre todos.
El objetivo era cuidar a los más pequeños de los posibles contagios, pero que tuvieran la oportunidad de disfrutar dejando volar su imaginación. Es así como hasta Mejillones, Tocopilla y el Alto Loa, ENGIE llegó con un set de regalo para los niños, que buscaba entre otras cosas, que aprendieran sobre las energías renovables.
Se trataba de un pequeño robot que se convierte en una entretenida aspa eólica y que funciona a través de carga solar. Un mágico mundo por descubrir, para niños que hoy están más conscientes que nunca sobre la importancia de potenciar este tipo de energías.
«Sabemos que es un tiempo difícil para todos. Esto nos motivó a organizarnos para llevarles una sonrisa a los niños de Mejillones, Tocopilla y el Alto Loa, para que ellos pudieran disfrutar de este verano con Buena Energía», destacó Matías Bernales, Gerente de Sostenibilidad y Permisos de ENGIE.
La entrega comenzó en Tocopilla con la distribución de 500 juguetes. “Estamos contentos porque no solo llegaron juguetes para toda la matrícula de primero básico de la comuna municipal y particular subvencionada, sino que también se busca potenciar los talleres y academias de ciencias de nuestros establecimientos”, detalló Victor Alvarado, Jefe del Departamento de Educación Municipal de Tocopilla.
Los padres también quedaron felices con esta iniciativa, que entrega una opción distinta de diversión para sus hijos en plenas vacaciones. «Queremos darle las gracias a la empresa ENGIE, porque estos eran unos regalos que estábamos esperando y justo llegan en este momento, cuando mañana entramos a cuarentena, así es que va a ser un presente muy apreciado por los niños porque van a estar encerraditos», destacó Clara Mulven, director de la Junta de Vecinos Número 5 de Mejillones.
Las sonrisas de los niños y sus rostros iluminados de alegría fueron la mejor forma de poner en valor una actividad que -en medio de la peor crisis sanitaria de los últimos 100 años-, era muy necesaria.
“Para nosotros siempre será importante que nos acompañen. Nuestros niños no la pasan bien con el encierro y tener este pequeño espacio de diversión, desconectarlos de lo que estamos viviendo es motivo más que suficiente para agradecer a ENGIE”, explicó Juliana Cruz, presidenta de la Junta de Vecinos de Cupo, comunidad del Alto Loa en Calama.