Profesional farmacéutico de la UCN entrega recomendaciones para no correr riesgos con los remedios durante la emergencia sanitaria.
Los cambios que ha generado la pandemia de COVID-19 abarcan todas las esferas de la vida de las personas y una de ellas es el cuidado que se debe tener con los remedios, específicamente con la automedicación en periodos de cuarentena.
Para Alejandro Vásquez, académico del Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Católica del Norte (UCN), el resguardo de los medicamentos en este periodo es responsabilidad de los adultos y son ellos quienes deben preocuparse de las condiciones en que se mantienen en el hogar. “Es importante que las personas puedan revisar sus stock o botiquín, ya que toda familia puede contar con uno que contenga medicamentos para el dolor de espalda, de cabeza, fiebres y tratamientos sintomáticos”, apunta el profesional.
Asimismo, hay que prepararse para una compra a fin de poder solventar una posible situación de enfermedad que pueda ser resuelta de manera ambulatoria sin necesidad de ir al médico.
¿Qué se debe hacer con los medicamentos?: revisar su caducidad, en primer lugar y, si están vencidos, deshacerse de ellos, enfatiza.
Respecto al cuidado de estos, el académico señala que deben estar guardados en un lugar fresco y seco, en cajas plásticas. Y agrega que se debe evitar guardarlos en el baño, por la humedad, donde pueden perder su efectividad o descomponerse. En esa línea, indica que se deben revisar los jarabes, los que una vez abiertos tienen una duración limitada -a lo sumo un mes-, por lo que hay que eliminarlo cuando pasa mucho tiempo abierto.
AUTOMEDICACIÓN
Sobre los canales de información fidedignos, Vásquez enfatiza que de deben evitar las recomendaciones del tipo “mi mamá me lo dijo”, “mi abuela me lo dijo” y “mi vecino lo toma y yo lo tomo porque a él le hizo bien”. “Hay que evitar esto, porque cada persona reacciona de manera diferente a las distintas posologías -dosis en que deben administrarse los medicamentos- y no es recomendable homologar una indicación de una a otra persona. Eso no tiene sentido, es muy riesgoso”, declara.
Sobre la compra de remedios por despacho a domicilio, el profesional farmacéutico señala que si bien ya es posible, advierte que es necesaria una precaución constante. Indica que siempre lo primero es consultar con el médico en caso de ser posible visitarlo y adscribirse a lo que está prescrito por el profesional.
El cuidado -remarca el profesional- reside en que “lamentablemente aún no existen canales expeditos para obtener información y ahí está el riesgo, por eso la prevención parte por intentar conseguir alguna recomendación de un profesional y, si es posible, obtener una prescripción”.
“Hay un hecho concreto -agrega- y es que la gran mayoría de los medicamentos son de venta bajo receta médica, más del 90%. Ahora, los medicamentos que no se venden con receta conocidos como OTC u ‘Over The Counter’, que son medicamentos de venta libre, son un grupo reducido de fármacos, como paracetamol o ibuprofeno, por lo tanto su acceso es fácil, y que son para tratar patologías asociadas y no la enfermedad en sí”, afirma el profesional.
En esta línea, advierte que no es recomendable bajo ningún punto de vista el sobreconsumo de remedios OTC. “Por ley, todos los fármacos traen un prospecto de información, y ese prospecto es una primera salvaguarda para de esa forma no abusar del medicamento. Esa es una información reconocida y recomendada, pero siempre hay que evitar la sobredosis de la dosificación”, indica Vásquez.
En cuanto a las enfermedades crónicas que presenten especialmente adultos mayores, indica que lo principal es si se posee un diagnóstico y una terapia establecida. La preocupación más importante es mantener la adherencia al tratamiento, es decir, que el paciente mantenga la terapia prescrita para no generar una descompensación y que esta lo pueda derivar a un servicio de urgencia, donde corre el riesgo de contagiarse con COVID-19.
